Palomas, símbolo mundial de la paz en todo el mundo pero enemigas acérrimas de nuestro coche. Nada tan molesto como encontrar sus «residuos» en nuestro auto. Y mucho más molesto aún, después de haberlo lavado. Como si estuvieran esperando el momento exacto en el que te das vuelta para descargar toda su ira sobre el capó, parabrisas, techo y demás partes recién secadas. Algunas de sus «obras», más que de palomas, se asemejan a las de un cóndor andino.
Pero lo que más duele no es tener que lavar de nuevo, sino que, si no se limpia en un tiempo relativamente corto, el combo de excrementos de pájaros y luz solar hacen que la pintura del coche se deteriore, dejando marcas imborrables y un dolor de cabeza por nuestro descuido.
¿De quién es la culpa?
Un estudio realizado en 2011 por Autoglym, una empresa británica de productos de limpieza para el automóvil demostró que el pH o acidez de los excrementos no es la principal causa que daña la pintura, sino que se trataría de la luz del sol que calienta la pintura del coche y hace que se dilate. Al mismo tiempo que la pintura se expande, el «regalito» de pájaro se deshidrata, y cuando llega la noche y bajan las temperaturas, la pintura se contrae creando formas y marcas que quedan para siempre.
Nuestro consejo
Llevar siempre un trapito en el coche, sobre todo si el auto es de color oscuro ya que atraen más la luz solar. Precaución «especial» en verano con las altas temperaturas. Limpiar lo antes posible ese «regalito» del cielo.
La mejor manera de hacerlo y no dañar la pintura es remojar con agua la zona, colocar el trapo mojado y dejarlo reposar un rato sobre el residuo antes de sacarlo.
Fuente: diaadia.com.ar
Otros enlaces de interés:
Lavar el coche sin estropear la pintura
Pintura para coches efecto arena
casverpinturas 25/02/2013
Publicado en:: auto, carroceria, lavar, limpiar, mantenimiento coche, Más populares
Etiquetas: pintura